En el campo de Santa Maria en Formosa, en el campanario de la antigua iglesia rena centista del 1400, fueron colgadas multiples máscaras de caras temerosas que alejaban el mal de ojo, al diablo y a la mala suerte. Sobre la puerta de la torre del campanario, emerge el “Mascarón” (grande máscara), que se convirtió en la insignia de la osteria (tipica taberna veneciana) que se encuentra en la calle Longa.
En esta zona, antiguamente residian en los antiguos palacios nobles venecianos, y entre estos el almirante Venier, vencedor de la gloriosa batalla de Lepanto, en la que fue destruida la flota del imperio de Constantinopla.
La osteria “Al Mascaron” es frecuentada desde principios del 900 de trabajadores venecianos y trabajadores de otras ciudades, era conocida por la venta de vinos locales y meridionales, y donde se encontraban los platos sencillos de la cocina tradicional veneciana.
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